La sexualidad de la pareja embarazada
El embarazo es un momento ideal para experimentar la interacción en la pareja, la comunicación y el vínculo afectivo. Siendo la sexualidad una manera de comunicarnos, solo podremos hacerlo si somos sinceros con los que nos pasa, sentimos y necesitamos.
El embarazo es un momento ideal para experimentar la interacción en la pareja, la comunicación y el vínculo afectivo. Siendo la sexualidad una manera de comunicarnos, solo podremos hacerlo si somos sinceros con los que nos pasa, sentimos y necesitamos.
La sexualidad como expresión de comunicación y afectividad es única y personal de cada pareja. Por lo tanto durante el embarazo debe existir un proceso de adaptación y aceptación y las variaciones del disfrute sexual irán sucediendo en la medida de las posibilidades y deseos.
Los cambios hormonales y fisiológicos que atraviesa la mujer embarazada favorecen a que la gestación sea una época en el que el deseo y la respuesta sexual estén a flor de piel. Sin embargo, la actividad sexual dependerá del periodo en que se encuentre el embarazo y el deseo de la pareja, sobre todo el de la mujer.
Durante el primer trimestre pueden aparecer náuseas y malestares que hagan que el deseo sexual se vea disminuido. En segundo trimestre, el deseo puede aumentar ya que ambos están familiarizados con este nuevo estado, el cuerpo todavía no aumento en gran volumen, los malestares desaparecieron y el ánimo mejora. En el tercero, puede producirse una reducción de la actividad sexual debido al aumento progresivo del vientre.
Está comprobado que él bebe a partir del cuarto mes de gestación percibe emociones y sensaciones del mundo externo que lo rodea y está en estrecho contacto con las emociones que vivencia su mamá. Las sensaciones placenteras que disfruta la mujer son igual de placenteras para él bebe. Después del orgasmo ambos quedan en un estado de relajación y satisfacción. En esta respuesta fisiológica hay una mayor irrigación sanguínea que conecta al bebe con un bienestar inmenso. La mujer libera ansiedades, miedos, se siente atractiva deseada, mirada y todo esto favorece a su buen humor.
Si bien el coito durante el embarazo no provoca ningún tipo de alteración debemos recordar que no es la única manera de lograr intimidad ni la única manera de sentir placer juntos. Caricias, miradas, juegos de seducción pueden ser muy agradables a la hora de satisfacer el deseo. Cada pareja tendrá que encontrar la mejor manera de disfrutar esta experiencia.
tvcrecer agradece a Claudia Kaltakian (psicóloga sexóloga clínica) y a Teresa Cafici de Infante. www.conconciencia.net
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