Consejos para regular el estrés por la llegada de un hijo.

El nacimiento de un hijo es un momento de mucha alegría, felicidad, unión, en donde se viven una innumerable cantidad de emociones. Este momento a su vez, presenta un cambio brusco en la vida de los padres del recién nacido. Que empiezan a experimentar  una serie de responsabilidades vinculadas al hecho de que un niño depende de ellos por completo.

Es útil saber que este momento tan lindo es a su vez una crisis evolutiva. Para entender un poco, las crisis evolutivas están establecidas y por lo tanto son esperables. Requieren un tiempo de adaptación frente a los cambios y forman parte del desarrollo normal necesitando mayor o menor esfuerzo según las capacidades o recursos de afrontamiento personales y familiares.

Ser padres implica que la vida cambie realmente por completo, y que junto a la felicidad que este hecho produce, aparezcan numerosas inseguridades, tales como miedos sobre la capacidad de ser los mejores padres, las comparaciones con otros pares, etc. Todo esto unido a situaciones estresantes como no saber qué le ocurre (sobre todo en la etapa más temprana en la que aún no saben hablar), los cambios de horario, la falta de sueño…

Estas situaciones, pueden llevar al límite a los padres y llegar a sufrir niveles de estrés tan intensos que afecten tanto su estabilidad emocional como su desempeño en las distintas actividades cotidianas.

Es por eso que recomendamos tener en cuenta una serie de recomendaciones que pueden ser de ayuda para atravesar este momento.

1. Expresar las emociones, pensamientos y sensaciones que están generando ese estrés con personas que te brinden confianza y puedas expresarte con total libertad.

2. Descansar siempre que sea posible.

3. Cuidar tu alimentación. Prestarle atención a la calidad de alimentos que incorporás puede ser una manera de tener conciencia para llevar una alimentación más sana.

4. Incorporar actividad física que te guste, de esta  manera liberarás dopamina lo cual produce un efecto de regulación de tus niveles de estrés.

5. Tiempo para vos, date un lugar para disfrutar y sentirte bien para que tu bebé también lo sienta.

6. No te compares, centrate en tu hijo y no en lo que hacen otros padres.

8. Buscar ayuda psicológica para que un profesional te acompañe y oriente en el proceso.

Fuente: Eje norte, equipo terapéutico