Es muy frecuente que las mamás experimenten muchos altibajos emocionales en las semanas posteriores al nacimiento del bebé. Pasar del llanto desconsolado a las explosiones de alegría es muy común. Tomar estos sentimientos como algo natural puede ayudar a sobrellevar los miedos y ansiedades.

Los primeros días después del nacimiento de nuestro bebé son paradójicos: por un lado, estamos felices de poder ver y cuidar a ese ser que estuvimos esperando durante tanto tiempo; por el otro, sentimos una sensación de pérdida: el bebé y la mamá, que antes éramos una sola entidad, ahora somos dos personas diferentes. Además, la alegría convive con la duda: ¿seremos capaces de cuidar a esta personita tan indefensa? ¿Podremos defender de los peligros del mundo a este bebé que tan bien protegido estaba en nuestra panza?

Todas las madres pasamos por estos altibajos después del parto. Criar a un hijo es una gran responsabilidad, y el embarazo y el nacimiento de por sí representan enormes cambios físicos y emocionales. Pero no nos desesperemos, esta ansiedad que sentimos es muy común, y sólo en algunos casos más agudos debemos preocuparnos.

Cómo sobrellevar la ansiedad

El primer paso para soportar los cambios emocionales que vivimos es aceptarlos como algo natural que todas las mamás viven. No somos las únicas que experimentan esa culpa por estar llorando cuando en realidad el bebé ya está con nosotros y está sano como queríamos. Veámoslo como algo que siempre pasa: no somos unos monstruos por sentir estos cambios ni mucho menos. No somos peores madres por tener miedos que cualquier persona debe enfrentar ante un cambio tan grande.

Algo que también te puede ayudar es buscar contención en tu pareja. En general, las parejas suelen compensarse en estos momentos: cuando uno pasa por un momento de dudas, el otro saca fuerzas para absorber tareas o brindar apoyo. Es bueno que le cuentes a tu pareja lo que te está pasando, compartir tus sentimientos te puede ayudar a entenderlos mejor.

Cuándo llamar al médico

En algunos casos, la ansiedad y la tristeza son demasiado intensas y se prolongan en el tiempo. Si crees que no podes lidiar con estos sentimientos, es bueno que consultes con tu médico. En algunos escasos casos, estos sentimientos pueden ser síntomas de un problema más grave.

De la redacción de tvcrecer