Definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad del aparato reproductor, la infertilidad se presenta en más del 15 por ciento de las parejas, y lo hace acompañada de alteraciones en la autoestima, problemas psicológicos, emocionales, sociales y hasta religiosos, llegando incluso a provocar cuadros de depresión.
Mediante un adecuado asesoramiento que requiere de intervenciones simples, o recurriendo a procedimientos de baja complejidad, se resuelven más del 40 por ciento de los casos.
Ello incluye, entre otros, el chequeo de la salud sexual de la pareja, la indicación de relaciones sexuales programadas teniendo en cuenta el período de ovulación, y si fuese necesario, leve estimulación ovárica con bajas dosis de drogas de fertilidad asociada o no a alguna técnica de inseminación.
Los especialistas aseguran que en gente joven y saludable, las parejas alcanzan elevados niveles de éxito con intervenciones sencillas. En la misma línea, aconsejan no demorar la consulta con el especialista cuando se presentan dificultades para lograr la concepción.
Sin embargo, muchas parejas -por distintos motivos- suelen hacerlo, lo que atenta contra el éxito del tratamiento. Desde el Centro Especializado en Reproducción (CER), afirman que en el segmento de personas jóvenes y saludables que se acercan a la consulta, prácticamente la mitad consigue el tan ansiado embarazo mediante la simple modificación de ciertos hábitos, hasta el uso de técnicas mínimamente invasivas y dentro de un período corto de tiempo.
“En algunos casos solo con un adecuado asesoramiento, llevando a cabo intervenciones menores como tratar alguna infección oculta en alguno de los miembros de la pareja, recetar la vitamina deficiente, descartar alguna patología que se asocia a infertilidad, sugerir alguna medida higiénico dietética, educar a las parejas para efectuar relaciones sexuales programadas en función del período de ovulación de la mujer, o si fuese necesario apelando a leve estimulación ovárica con bajas dosis de drogas de fertilidad asociada o no a alguna técnica de inseminación. En estas situaciones la gran mayoría de las parejas se embarazan dentro de los primeros 3 ó 4 meses”, sostuvo la Dra. Ester Polak de Fried, médica especialista en Ginecología, Endocrinología y Fertilidad, y Directora del CER.
Entre las técnicas de baja complejidad se encuentran la “estimulación ovárica”, también llamada inducción de la ovulación, que se realiza con la ayuda de medicamentos que promueven la fertilidad, y la inseminación intrauterina, método mediante el cual se colocan espermatozoides previamente tratados y mejorados dentro del tracto genital femenino. Estas herramientas aplican cuando la mujer no logra una ovulación eficiente, o en los casos de infertilidad por causa masculina, cuando se ve disminuida la cantidad y/o la movilidad de los espermatozoides.
Los especialistas del CER destacan que todas aquellas parejas jóvenes que luego de 6 meses buscando un embarazo no lo hayan logrado y estén comenzando a impacientarse y sentir ansiedad y frustración, deberían pensar en la consulta con un centro especializado. “Muchas veces las parejas creen que si consultan con un centro de fertilidad le van a indicar de entrada una fertilización in vitro. Esto no debería ser así, pues la gran mayoría de estas situaciones tan particulares se resuelven en forma muy sencilla y rápidamente. Y aún en aquellas intervenciones de mayor complejidad, hoy los centros especializados contamos con equipamientos de última generación y con personal profesional altamente capacitado que hacen que se minimicen las molestias de este tipo de procedimientos. En muchos casos utilizando protocolos amigables, ofreciendo muchísima contención y apoyo psicológico a ambos miembros de la pareja si lo desean”, aclaró la Dra. Polak de Fried, quien también es docente autorizada de Ginecología y Endocrinología Reproductiva de la Facultad de Medicina de la UBA.
Otro de los desarrollos en los que la mayoría de los Centros especializados han incursionado, es en la posibilidad de ofrecer técnicas de conservación de óvulos, semen y embriones a muy bajas temperaturas en tanques de nitrógeno líquido, que permiten la supervivencia en perfecto estado durante años. “Para aquellos que hoy no estén en pareja, o que por distintos motivos hayan decidido postergar la maternidad, nuestra recomendación es que no dejen pasar el tiempo, sobre todo en la mujer, en la que los óvulos comienzan a envejecer y perder calidad reproductiva a partir de los 30 años de edad (lentamente) y de manera más acelerada luego de los 35”, insistió la Dra. Polak. “Les recomendaría que no dejen de tener una conversación con un especialista en medicina reproductiva, que sabrá orientarlos e informarles sobre las distintas opciones disponibles”, completó.
Para mayor información, por favor consultar en www.cermed.com
Dra. Ester Polak de Fried – MN 40.293
- Médica especialista en Ginecología y Obstetricia; en Endocrinología; y en Fertilidad.
- Directora del Departamento de Medicina Reproductiva del CER – Centro Especializado en Reproducción
- Docente autorizada de Ginecología y Endocrinología Reproductiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
- Ex presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR)
- Ex vicepresidente de la cátedra de Eco-Bioética de la UNESCO
- Miembro del Comité de Lineamientos y Prácticas de la Federación Internacional de Sociedades de Infertilidad (IFFS)
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