La piel es el órgano más extenso del cuerpo que se vuelve más sensible durante el embarazo y requiere atención especial. Una buena conducta en cuanto a cuidados es fundamental en esta etapa.
Hidratá la piel después del baño con emulsiones que contengan vitamina A, E y Alantoína. Nosotros te recomendamos aplicar a diario la nueva crema de venta bajo receta de la línea Bagóvit que cuenta con cobertura en el PMI (Plan Materno Infantil) , que te ayudará a incrementar la elasticidad, humectarla y estimular la regeneración dérmica de la piel. Además ayuda a combatir la aparición de estrías.
Si estás embarazada en verano, deberás usar un factor de protección solar alto en todo el cuerpo para evitar que salgan manchas. No es el momento de estar súper morena, por lo que evita la exposición al sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde y renueva la crema protectora después de cada baño. La piel está más sensible a los rayos del sol y con poco tiempo tomarás color rápidamente. Las manchas irregulares de color café con leche que aparecen en la cara, llamadas cloasma o melasma, se deben a la suma de la acción hormonal y de la exposición al sol. Es más frecuente que aparezcan en mujeres que se ponen muy morenas, pero si te han salido, no es recomendable usar cremas despigmentantes o blanqueadoras hasta después del parto.
Puede que debido al aumento de estrógenos durante el embarazo, te salgan verrugas, pero seguramente desaparecerán después del parto. Si tus lunares crecen o cambian de color o forma, acude al dermatólogo.
En cuanto a la dieta, es necesario hidratarse también por dentro con dos litros de agua diarios y consumir alimentos ricos en antioxidantes y vitamina C.
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