¿Es peligroso cabecear la pelota?: Un estudio realizado entre adolescentes en Estados Unidos, se ocupa de responder este interrogante. Y aclara si es esta la razón principal de las conmociones cerebrales en el fútbol juvenil.

De la Redacción de TV Crecer

En los Estados Unidos, las chicas y los chicos, de edad escolar, juegan mucho al fútbol. Y una serie de lesiones en la cabeza ha disparado la siguiente pregunta: ¿es peligroso golpear la pelota con la cabeza? O plateado de otro modo: ¿Sería menos peligroso el fútbol si se prohibiese impactar la pelota con esa parte del cuerpo? De acuerdo con un nuevo estudio sobre cabezazos y conmociones cerebrales en el fútbol juvenil en el país del norte, las respuestas a ambos interrogantes no es el “sí” que muchos podrían esperar.

Es que algunos expertos han salido a declarar que no hay estudios que demuestren fehacientemente que los cabezazos causen la mayoría de las conmociones cerebrales en este deporte entre los chicos. Y una vez investigado el tema, se llegó a la conclusión que la mayoría de las conmociones cerebrales eran el resultado del contacto entre jugadores. Casi el 30 % de las conmociones relacionadas con el fútbol entre adolescentes varones ocurrió cuando los jugadores chocaron entre sí. Y entre mujeres, el porcentaje alcanzó el 51 %.

No obstante estos datos, el hecho de golpear la pelota con la cabeza, cobró un protagonismo importante en muchas de las conmociones cerebrales. Sin embargo, la mayoría de estas lesiones específicas, también involucró choques entre los jugadores y era debido a este contacto lo que por lo general las provocaba, y no impactar el balón con la cabeza, como creen muchos. Menos del 17 % de las conmociones cerebrales en hombres adolescentes son generadas por esta vía, y entre las mujeres, el porcentaje llega al 29 %.

Y tomado de estos números, los especialistas se animan a afirmar que prohibir los cabezazos en el fútbol no resolvería el problema. “Cancelar los cabezazos reduciría el número de conmociones, pero no tanto como la gente común piensa. Más eficaz -explican los entendidos involucrados en el estudio- sería enseñar mejores técnicas para impactar el balón y difundir con mayor énfasis el espíritu deportivo entre los jóvenes futbolistas, así como marcar la falta cuando colisionan. Si los árbitros, entrenadores y jugadores aplicaran las reglas existentes, habría menos contacto físico y muchas menos conmociones cerebrales entre los jóvenes futbolistas”, concluyó.