En Argentina, un proyecto de ley busca contemplar los derechos educativos de los disléxicos.

La dislexia es un trastorno de base neurológica que impide la adquisición de la lectura en forma fluida y automatizada, por lo tanto no permite una comprensión correcta de lo que se lee. Distintas investigaciones en nuestro país indican que entre el 5 y el 10 % de la población sufre dislexia, incluso, un estudio realizado por la Universidad del Litoral, reflejó que el porcentaje asciende hasta el 15 %. Y en la mayoría de las aulas argentinas hay uno o dos chicos que padecen este problema, que afecta seriamente el proceso de aprendizaje.

El presidente de Disfam (Dislexia y Familia), Gustavo Abichacra, declaró hace unos días que si bien la dislexia tiene raíces neurológicas, también aparece por cuestiones genéticas y estos se transmiten de generación en generación. Sus principales síntomas son: omisiones, sustituciones, inversiones o agregado de letras en la lectura o en la escritura y faltas de ortografía en palabras de uso frecuente.

Varios especialistas en la materia explican que el término dislexia suele emplearse erróneamente para referirse a la dificultad para lograr una correcta escritura. En este caso, el término médico apropiado es el de disortografía o disgrafia. En cambio, discalculia, otro trastorno afín a la dislexia, es el que hace referencia a las dificultades para realizar cálculos.

Dificultades Específicas del Aprendizaje   

Un proyecto de ley al respecto acaba de ingresar al congreso. Un proyecto de ley titulado: “Dificultades Específicas del Aprendizaje.” Que no sólo abarca la dislexia sino también trastornos afines (disgrafia, discalculia). Y que prevé que los alumnos con DEA reciban una atención integral e interdisciplinaria; exige una detección temprana de las necesidades educativas de estos chicos y establece un sistema de capacitación para que los docentes sepan cómo adaptar la currícula a ellos. Y por último determina que las obras sociales y prepagas cubran los tratamientos.

La labor de Disfam en todo esto es vital. Una resolución impulsada por este organismo es la única norma existente en la Argentina, hasta la redacción de este proyecto de ley. En cambio, en países como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Suecia, España, Italia, Uruguay y Chile, cuentan con leyes que contemplan los derechos educativos de los disléxicos.

De la redacción de tvcrecer