Riesgos en días de calor
El verano suele ser esperado por los niños y jóvenes con gran entusiasmo por las vacaciones, el tiempo libre, las salidas y los juegos al aire libre.
El verano suele ser esperado por los niños y jóvenes con gran entusiasmo por las vacaciones, el tiempo libre, las salidas y los juegos al aire libre.
Los días de alta temperatura y humedad (ola de calor) pueden transformarse en un gran riesgo para la salud por lo que debemos informarnos, estar atentos y tomar las medidas necesarias de prevención.
Cuando hace calor
1. El cuerpo trata de disipar el calor que genera, a través de la sudoración (por evaporación).
2. También aumenta la circulación de la piel para perder calor (por radiación) aunque este mecanismo no es muy útil en los días calurosos.
3. Si la edad del niño le posibilita hacerlo solo: se desabriga, busca lugares frescos y ventilados e ingiere más agua (los bebés y niños pequeños dependen de la ayuda de un adulto).
Cuando hace mucho calor
1. El cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y ésta puede elevarse (más de 37° medida en la axila) por deshidratación, agotamiento del mecanismo natural del sudor y desajuste del centro cerebral que controla la temperatura corporal.
2. Si esto ocurre sobreviene el agotamiento por calor y de persistir, más grave aún, el golpe de calor El agotamiento por calor se manifiesta con estos síntomas:
• Sudoración excesiva.
• En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina).
• Piel pálida y fresca.
• Sensación de calor sofocante.
• Sed intensa y sequedad en la boca.
• Calambres musculares.
• Agotamiento, cansancio o debilidad.
• Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos.
• Dolores de cabeza.
• Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).
• Mareos o desmayo.
¿Qué debemos hacer?
• Ofrecerle agua fresca (también agua + sal: ½ cucharita en 1 litro).
• Ofrecerle con más frecuencia el pecho a los lactantes.
• Trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío.
• Desvestirlo.
• Ducharlo o mojarlo en todo el cuerpo con agua fresca.
• Aquietarlo y ponerlo a descansar.
• Consultar a su pediatra o a un Centro de Salud.
El golpe de calor (cuando el agotamiento se agrava)
• Debemos estar alertas a estos síntomas y consultar con urgencia.
• Temperatura del cuerpo 39° o mayor (medida en la axila).
• Piel roja caliente y seca (se agota la sudoración).
• Agitación.
• Dolor palpitante de cabeza.
• Vértigos y desorientación.
• Delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
• Convulsiones.
¿Qué debemos hacer?
1. Llamar sin demora a un servicio de emergencia o trasladarlo al Centro de Salud más próximo.
2. Llevarlo inmediatamente a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío.
3. Quitarle las ropas y enfriarlo lo más rápido posible, mojando con agua fría todo el cuerpo.
4. Ofrecerle agua si está consciente.
5. No se debe administrar medicamentos antifebriles (no son útiles en esos casos y pueden empeorar al niño).
6. No se debe friccionar la piel con alcohol (causa intoxicación).
¿Quiénes tienen mayor riesgo?
1. Los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año.
2. Los que padecen enfermedades crónicas, cardíacas, renales, mentales o neurológicas.
3. Los niños con fiebre por otra causa o diarrea.
4. Los niños obesos o desnutridos.
5. Los que tienen la piel quemada por el sol.
6. Los jóvenes que usan y abusan de bebidas con alcohol y drogas.
Con ellos se debe aumentar las medidas de prevención, estar muy alertas para detectar la presencia de estos síntomas y en este caso o ante la duda no demorar la consulta médica.
Consejos para la prevención
Cuando hace mucho calor:
1. Ofrecer a los niños agua o jugos naturales en forma frecuente sin esperar a que los pidan.
2. Ofrecer el pecho más seguido a los lactantes.
3. No ofrecer bebidas con cafeína o azúcar en exceso.
4. No ofrecer bebidas muy frías (causan dolor de estómago).
5. No ofrecer líquidos o comidas calientes o pesadas.
6. Incorporar sal en mayor cantidad que lo habitual.
7. Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.
8. Proponer actividades tranquilas y evitar juegos intensos.
9. Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.
10. Si deben transitar bajo el sol, ponerles sombrero de ala ancha, usar protectores solares (factor 15 o mayor) y hacer frecuentes descansos a la sombra.
11. Procurar que permanezcan en los lugares más frescos y ventilados.
12. Si están en casa, usar ventiladores teniendo en cuenta que no son suficientes para refrescar cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
13. De ser posible, estar por momentos en ambientes con aire acondicionado frío, en su casa o en los lugares públicos que lo posean.
14. Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o mejor aún, desvestirlos.
15. Nunca los deje dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
El golpe de calor puede ser muy grave, con los primeros síntomas o ante la duda no demore la consulta con su pediatra o en el Centro de Salud más cercano.
Para jóvenes y adolescentes
1. No consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.
2. Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes. Mejor reunirse y charlar con amigos, escuchar música o leer.
3. Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
4. Recordar las recomendaciones generales.
5. Tratar de visitar a los abuelos mayores para ver cómo están. Ellos también, como los más chicos, son muy vulnerables al calor.
De la redacción de tvcrecer Fuente : Sociedad Argentina de Pediatría. Dr. Mario Elmo
Comité de Pediatría General Ambulatoria.
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