En la actualidad, las células madres son usadas para regenerar tejidos dañados. Gracias a los avances de la medicina, tenemos la posibilidad de almacenar las células madre de nuestros hijos y usarlas en un futuro si tienen algún problema de salud que afecte sus tejidos.

En los últimos años se han realizado muchos avances en lo que se conoce como medicina regenerativa. Este tipo de medicina se caracteriza por usar células para reparar tejidos dañados, y ha abierto enormes posibilidades de tratar problemas de la salud que antes eran irreparables.

Las células madres son las más útiles para la medicina regenerativa, ya que tienen la capacidad de autorrenovarse. El problema es que este tipo de células es escaso, ya que puede encontrarse sólo en la médula ósea y en el cordón umbilical. Afortunadamente, hoy en día contamos con métodos de almacenamiento de las células madres presentes en el cordón umbilical.

El almacenamiento de las células del cordón umbilical presenta grandes ventajas: en primer lugar, su extracción no provoca dolor ni a la madre ni al hijo. En cambio, las células madres de la médula ósea sólo pueden extraerse a través de un proceso quirúrjico. En segundo lugar, el almacenamiento de las células madres del cordón umbilical no presenta algunas complicaciones importantes que pueden surgir cuando se quieren obtener las de la médula ósea.

¿Por qué puede ser útil almacenar las células madre?

Hoy en día, hay millones de dólares invertidos en la investigación de la medicina regenerativa. Se están realizando experiencias para demostrar la utilidad de las células madre en la reparación del tejido cardiaco o neurológico; o en curar la diabetes reparando el tejido pancreático; o regenerar hueso, piel, hígado, riñón; etc. En resumen: hay una gran gama de posibilidades nuevas para el tratamiento de la salud que se están abriendo a partir de estas investigaciones.

¿Alguien puede afirmar que estos tratamientos son hoy una realidad? No, la medicina debe ser muy cuidadosa en sus afirmaciones y nadie con un mínimo de ética puede afirmar que estamos ante la cura milagrosa de estas enfermedades. Sin embargo, los avances son innegables: en nuestro país, por ejemplo, se realizó un estudio de avanzada donde se infundieron células madre a pacientes con infarto, buscando mejorar la función del corazón dañado. Hoy podemos afirmar que la medicina regenerativa ha dado grandes pasos y hay fundadas esperanzas de que esas investigaciones lleguen a buen puerto, ya que los resultados actuales son realmente promisorios.

tvcrecer agradece al Dr. Diego Fernandez Sasso.