Realizar ejercicios físicos con regularidad aumenta tu resistencia y mejora la flexibilidad, la tonicidad y la fortaleza de tus grupos musculares, lo que te ayuda a afrontar las exigencias adicionales de tu cuerpo para adaptarte de mejor manera a los distintos momentos del embarazo.

La práctica de ejercicios específicos para cada etapa del embarazo colabora para que alivies o superes dolores dorsales y lumbares, y la sobre exigencia de los miembros inferiores. Asimismo, regula tu frecuencia cardíaca y optimiza tu circulación sanguínea, lo que te ayudará a aliviar tensiones.

Por otro lado, las hormonas llamadas endorfinas, que tu cuerpo libera cuando haces ejercicio, te levantarán el ánimo, estado que se transmite a tu bebé. En tanto, después de la práctica, te sentirás más relajada mientras tu cuerpo libera hormonas tranquilizadoras. Las hormonas tienen un efecto duradero que el bebé también experimenta y que además repercute positivamente en el vínculo con tu pareja.

En la medida en que descubras los distintos movimientos que puedes realizar con las nuevas formas de tu cuerpo, irás ganando confianza y te sentirás con más energía y optimismo, lo que te ayudará a mantener una actitud positiva. Asimismo, la práctica regular de ejercicios permitirá que durante el embarazo continúes sintiéndote atractiva y te sea más fácil recuperar la silueta luego del parto.

Es importante que la actividad física cuente con el seguimiento individualizado de un Profesor en Educación Física, quien será el profesional responsable que te indicará la rutina indicada, teniendo en cuenta tu estado físico.

Por último, los movimientos que realizás cada vez que practicás ejercicios físicos son calmantes y beneficiosos para el bebé, quien se siente reconfortado por el balanceo de ritmo suave, que le produce sensaciones de serenidad y tranquilidad.

tvcrecer agradece a la Lic. Mariela Villar, Directora de Embarazo activo