Como siempre decimos en tvcrecer, el arma más eficaz para combatir las enfermedades es la prevención: lo mejor que podemos hacer los padres para cuidar a nuestros hijos es informarnos bien sobre las medidas necesarias para preservar la salud de los más chicos y conocer los síntomas más riesgosos por los que tenemos que consultar a nuestro pediatra.
En esta ocasión, quisiera informar sobre el Síndrome Urémico Hemolítico, una enfermedad muy seria, que en nuestro país es la principal causa de insuficiencia renal aguda –es decir, de que los riñones dejen de funcionar correctamente- y de hipertensión alta en niños.
El Síndrome Urémico Hemolítico y sus síntomas
El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que afecta a los riñones y ataca a los glóbulos rojos y las plaquetas. Se origina por una infección en el estómago, causada por la bacteria la escherichia coli enterohemorrágica, que se suele transmitir a través de las carnes mal cocidas, las leches y derivados no pasteurizados y el agua no potable.
Los principales síntomas son la diarrea -que suele presentarse con sangre-, los vómitos, la fiebre, la irritabilidad y la debilidad. Por lo general, la primera manifestación de la enfermedad se da a partir la diarrea con sangre y los vómitos, acompañados de fiebre. El chico suele sentirse débil e irritado, y a pesar de que puede presentar mejorías, a los pocos días suele decaer y presentar manchas marrones o violetas en la piel. Cuando la enfermedad prosigue, el niño suele dejar de producir orina. Ante la aparición de estos síntomas, es muy importante llamar al pediatra, ya que el Síndrome Urémico Hemolítico puede causar severas consecuencias e incluso la muerte.
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La prevención del Síndrome Urémico Hemolítico
Como ya dijimos, un aspecto muy relevante para combatir las enfermedades es la prevención. Para evitar el contagio con la bacteria la escherichia coli enterohemorrágica la mejor medida es conservar las normas de higiene y alimentación:
- Los adultos que cuiden a los chicos deben lavarse frecuentemente las manos.
- También debemos procurar mantener limpias las manos de nuestros hijos para prevenir contagios.
- Las carnes deben estar bien cocidas: una de las principales causas del contagio del Síndrome Urémico Hemolítico es la ingestión de hamburguesas y otras carnes mal cocidas. Nunca debemos alimentar a nuestros hijos con carnes que presenten un color rosado. Hay que prestar especial atención a la cocción de la carne picada, que suele cocinarse en los bordes, mientras que el interior permanece crudo.
- La leche siempre debe estar pasteurizada.
- Nunca debemos dar a nuestros hijos agua que no sea potable. En el caso de que no haya otra opción, debemos tomar los recaudos necesarios para potabilizar el agua.
El tratamiento del Síndrome Urémico Hemolítico
Para realizar el diagnóstico del Síndrome Urémico Hemolítico se suelen realizar exámenes físicos, como de sangre y orina. El tratamiento puede incluir medicamentos, diálisis y transfusiones. Cuanto antes comience el tratamiento, las perspectivas de sanarse mejoran. Por lo tanto, ante la aparición de los síntomas es fundamental que consultes al médico.
tvcrecer agradece al Dr. Diego Montes de Oca
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