Recuerdos que no voy a borrar
Los videos caseros, registrando momentos divertidos de los chicos, requieren creatividad e imaginación por parte de ellos, quienes disfrutan primero actuando y luego viéndose.

Los videos caseros, registrando momentos divertidos de los chicos, requieren creatividad e imaginación por parte de ellos, quienes disfrutan primero actuando y luego viéndose.
Los que en su época eran niños y hoy son padres, guardan en fotos retazos de aquella etapa. En colores, los más jóvenes, y en blanco y negro o sepia los mayores. Hoy, cada instante del crecimiento de los hijos queda registrado en video y por las distintas vías de la tecnología moderna, viajan por el éter y le llegan a los parientes más alejados. Todo se graba en video y desde un simple y humilde celular, no hacen falta complejos equipos.
A los chicos les encanta verse y, duchos en el manejo de ese tipo de adminículos y tecnologías, se animan ellos mismos a filmar y a filmarse. Entonces, sin ninguna clase de inhibición, se disfrazan, toman una cuchara o un cepillo, a modo de micrófono, y versionan los tradicionales hits que acompañan sus primeros tiempos escolares: los imperecederos éxitos infantiles, clásicos y modernos, y las canciones que por hermanos mayores o por la mera captación de los comerciales televisivos o de los programas y series del cable, llegan y se instalan en sus cabecitas.
Ellas se visten como las grandes artistas ganadoras del Grammy y comienzan con el show, a todo trapo, sin pudores, con la exclusiva condición de ser filmadas y luego poder verse. Ni el idioma es obstáculo, para eso está la fonética, aunque las frases inventadas suenen indescifrables. Les divierte, les gusta, las recrea y los recrea, porque el esparcimiento de cantar y actuar no es exclusivo de las chicas. Los varones también se prenden de algún objeto que imite un micrófono y le dan rienda suelta a su repertorio, que suele incluir algún cantito tribunero, del fútbol.
Y no hace falta poner en marcha toda la maquinaria inventiva para que sus padres registren un momento divertido de los chicos. Pueden esforzarse, sí, claro, y “producirse” para “salir al escenario” y cantar, pero también es posible que opten por el más cómodo y sencillo camino de ser registrados durante el baño, aunque sea solamente el sonido y no la imagen. Al fin de cuentas, esta variante es una buena opción para los padres, a quienes les cuesta llevar a sus hijos a la bañadera, cuando llega el momento del aseo nocturno.
En este sentido, las chicas suelen ser más imaginativas y creativas que los varones. Porque están más pendientes de los detalles que ellos. El cuadro musical requiere el vestido apropiado, algún maquillaje adecuado, y un peinado justo, para ese minutito de video, en el cual quedará registrado el nivel de imaginación y creatividad expuesto por “la artista”. Que suele ser elevado.
Diversión, creatividad, imaginación… Todos al servicio de un momento de acción divertido, grabado en imagen y sonido. Nada que ver con aquellas añejas fotos sepia o blanco y negro, que se sacaban las generaciones de niños que hoy andan por los cuarenta y cincuenta años.
De la redacción de tvcrecer
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