¿A qué edad es recomendable dejar a los chicos solos en casa?
Lo más aconsejable es no dejarlos nunca solos, sin embargo, algunos especialistas creen que, según la maduración y el carácter, un niño podría afrontar una situación así a los 12 años.
Lo más aconsejable es no dejarlos nunca solos, sin embargo, algunos especialistas creen que, según la maduración y el carácter, un niño podría afrontar una situación así a los 12 años.
El argumento de la exitosa saga de “Mi pobre angelito” es un buen recurso cinematográfico que poco tiene de adaptable a la realidad. Allí, un niño de 8, 9 años queda sólo en su casa y logra salvar su pellejo y los bienes de la familia, de las garras de dos torpes ladrones. Ese valeroso e ingenioso comportamiento, no es la moneda corriente. En la vida diaria, un chico de esa edad sentiría temor al constatar cierto abandono y una pesada sensación de soledad y angustia, la misma que cargarían los padres de sólo imaginar que su hijo pequeño quedaría en el hogar con la única compañía de su sombra.
Por lo tanto, la conclusión es simple. No es lógico ni recomendable dejar a los chicos solos. Aunque determinadas circunstancias (trabajo, emergencias, trámites urgentes) empujen a tomar esa decisión. En todo caso, explican algunos los expertos, un niño podría afrontar esta situación a partir de los 12 años. Un límite movible, de acuerdo a la madurez y personalidad de cada niño. Porque se supone que a esa edad, uno ya sabe escribir con fluidez algún mensaje y marcar números en un celular o teléfono fijo, que lo ayude a salir de un apuro.
Otros especialistas, en cambio, entienden que no hay una edad específica como para dejar a un niño sólo al frente de la casa, teniendo en cuenta -argumentan- la serie de peligros que corre: el gas, el agua, la electricidad, elementos cortantes, quedar encerrado en algún cuarto, patio, baño o cocina, etcétera. “Bajo ninguna circunstancia deben quedar los niños solos en sus casas”, enfatizan.
De todas maneras, si un adulto va a dejar por momentos sólo a un niño en su casa, es imprescindible dejar bien en claro que si bien asume cierta autoridad al quedar al mando, la orden del padre, del cuidador o del tutor, es lo que prima y debe cumplirla a rajatabla. Si se le dice que no salga de su casa, que no hable con extraños o no se acerque a la cocina, el menor debe seguir las instrucciones. De esta manera ganará confianza en sí mismo y mayor autonomía y responsabilidad.
De la redacción de tvcrecer
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