Esta  práctica, muy en boga, trae ciertos riesgos de infección, que están íntimamente relacionadas con las tintas que se utilizan.

Tatuarse la piel acarrea ciertos riesgos. Concretos. Peligrosos. El de llevar para siempre el nombre de un amor terminado, es uno de ellos, pero no el de mayor peligro, al menos para la piel. Un estudio realizado recientemente por la NYU Langone Medical Center, revela que una de cada diez personas sufre una severa reacción luego de tatuarse.

Esto es algo que aquellos que gustan tatuarse deben saberlo. Se producen efectos, luego de introducir tinta en la piel. Los más comunes son una erupción cutánea, picazón o hinchazón, que duran entre cuatro meses y varios años. Y de acuerdo con la investigación realizada, las complicaciones de mayor duración derivaron de los tatuajes hechos con las tintas de color rojo y negro.

“Si bien sabemos que las infecciones son un riesgo de los tatuajes, y que pueden depender de las prácticas adoptadas en el salón de tatuajes, muchas de las complicaciones no están relacionadas con ello, ni con el artista que los dibuja, sino más bien con las cualidades de la tinta y cómo el sistema inmunológico del cuerpo responde a la misma”, señaló la doctora Marie C. Leger, una de las encargadas del estudio.

Para el trabajo, los investigadores encuestaron a 300 personas de entre 18 y 69 años, la mayoría de ellas, con cinco tatuajes o menos. El 67 % de los tatuajes estudiados estaban en los brazos. «Estábamos bastante alarmados por la elevada tasa de complicaciones crónicas reportadas y vinculadas a hacerse un tatuaje. Dada la creciente popularidad de los tatuajes, médicos, funcionarios y consumidores de salud pública deben ser conscientes de los riesgos involucrados”, agregó Leger.

Jeremy A. Brauer, dermatólogo y director de Investigación Clínica en el Centro de Láser y Cirugía de Piel de Nueva York, dijo que tratar las reacciones puede ser complicado. El especialista por lo general receta antihistamínicos orales combinados con esteroides orales o inyectables para calmar la inflamación y si hay infección, antibióticos. En algunas ocasiones se aplica un tratamiento con láser. Lo curioso de todo esto es que la mayoría de las personas, al notar ciertas afecciones, no acuden al médico, en su lugar, se dirigen al salón de tatuaje a quejarse o a pedir allí mismo algún consejo u orientación.

“Aunque los tatuajes son muy populares entre los estadounidenses, todavía hay poca o ninguna regulación sobre qué es exactamente lo que se está inyectado en la piel», comentó el médico, que ahora está abocado, junto a todo su equipo de colaboradores, a realizar nuevos estudios para identificar qué tipo de componentes en las tintas generan las reacciones alérgicas.

De la Redacción de tvcrecer