Bebés y televisión: ¿es bueno que la vean?
A casi todos los bebés les atrae la televisión, y es frecuente verlos “hipnotizados” frente a las imágenes y los sonidos que emite la pantalla. Pero el bebé no necesita de la televisión para su desarrollo. Por lo tanto, debemos limitar la exposición del bebé a la tele.
Bebés y televisión: ¿es bueno que la vean?; A casi todos los bebés les atrae la televisión. Es frecuente verlos “hipnotizados” frente a las imágenes y los sonidos que emite la pantalla. Pero el bebé no necesita de la televisión para su desarrollo. Por lo tanto, debemos limitar la exposición del bebé a la tele.
Dibujitos, movimientos, colores, ritmo: la televisión es una gran generadora de estímulos visuales y auditivos. Por esto nuestros bebés quedan como hipnotizados cada vez que se exponen –o, mejor dicho, los exponemos- a ella. Muchas mamás ven esta situación como algo positivo, ya que el bebé se queda tranquilo en vez de andar moviéndose por la casa o reclamando la atención de la mamá. Sin embargo, debemos tener cuidado de no sobreexponer a nuestro hijo a la televisión.
Cuando la tele se vuelve un vicio
Aclaremos un punto de entrada: la televisión no es una necesidad del bebé. El bebé necesita atención, afecto y estimulación para conocer el mundo, pero no necesita ver películas para chicos o series animadas. En general, la televisión se relaciona más con una necesidad de la madre.
La tele puede ser muy útil para que el bebé se quede un rato tranquilo con algo que capture su atención. Este tiempo puede ser aprovechado por la madre para hacer alguna tarea que el cuidado del bebé no le permita llevar a cabo. Por ejemplo, la mamá puede necesitar unos veinte minutos de concentración para responder un mail muy importante del trabajo. En este periodo de tiempo, puede poner un video para chicos que sepa que va a dejar tranquilo a su hijo mientras ella piensa y escribe.
El problema es cuando la televisión se vuelve un vicio. El bebé pide ver la tele y la madre toma el camino más fácil, que es darle el gusto a su hijo. Así, el bebé se pasa horas delante de la tele. Lo malo de la situación es que el bebé queda pasivo frente a un estímulo que es únicamente visual .Deja de lado otras actividades que también son necesarias para su desarrollo. Abandona la interacción con los padres y hermanos, la exploración del mundo que lo rodea y, además, el descanso. Este último punto es importante, ya que la estimulación que provoca la televisión puede sobreexcitar al bebé y no dejarlo dormir a pesar de que esté cansado.
Véase también: Los niños y la televisión
Conclusión: uso y no abuso
Como ya dijimos, la exposición del bebé a la televisión es más una necesidad de la madre que del bebé. No está mal que usemos la televisión para entretener a nuestro hijo durante un rato que necesitemos para hacer otra cosa. Pero no abusemos. La sobreexposición a la tele no le permitirá realizar otras actividades que necesita para tener un desarrollo saludable.
De la redacción de tvcrecer
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