De acuerdo con los profesionales de la psicología, no hace falta regalarle a quienes no cumplen años ese día y no son el centro de atención. Esta actitud no gravita psicológicamente ni deja traumas.

Unos estudios realizados recientemente por un grupo de psicólogos, entrega como conclusión una respuesta a una pregunta que suele rondar en la cabeza de los padres cuando se tienen hijos chicos y uno de ellos cumple años: ¿Es necesario regalarle también a quienes no cumplen años?

El interrogante coloca en foco la situación del hermanito o hermanita (o hermanitos o hermanitas) que no celebra un aniversario de su nacimiento y que puede llegar a afectarlo psicológicamente, el hecho de que el otro u otra tenga sea agasajado con una gran fiesta, reciba montones de regalos y concite toda la atención de padres, familiares y amigos, mientras que aquel queda desplazado, como marginado, en evidente segundo plano. ¿Puede afectar esta situación? ¿Desmoraliza? ¿Crea algún trauma, algún rencor? ¿Deja secuelas? ¿Debería repartirse un poco la atención y darle regalos también a quienes no celebran su cumpleaños?

La respuesta profesional es negativa. Desaconsejan una conducta en la cual el o los niños que no cumplen años, reciban un trato especial. Es cierto -expresan los psicólogos- que los hermanos del protagonista del cumpleaños pueden sentirse desplazados ese día específico, en especial si son pequeños y de edad cercana, pero eso no tiene por qué ser algo negativo o impactarlos de manera traumática. Del estudio realizado se desprende el siguiente concepto, en el cual coincidieron los responsables del trabajo: “No solo es un día para el que cumple años, los hermanos y amigos también aprenden a ceder el protagonismo como en muchas ocasiones futuras pasará en la vida. Y eso es bueno. Por supuesto que a esto hay que enseñarles, hacerles comprender la situación, y el mejor modo es contagiándoles la alegría de los preparativos previos, incluyendo a los hermanos, que ellos se involucren desarrollando actividades, como dibujos para decorar, inflar los globos o preparar algún regalo sorpresa. Con la atención puesta de lleno en el cumpleañero, no los estamos desplazando, sino que les estamos enseñando cual es su papel en cada momento. Y es importante que lo entiendan, porque llegará el día en que a uno de ellos le toque el festejo y el centro de la atención, por ese día, cambiará nuevamente.”

De la redacción de tvcrecer