La preparación de la llegada del bebé cuando tenemos mascota Cuando tenemos un perro en casa y esperamos un hijo surge una duda: ¿cómo hacemos para prevenir agresiones? En esta nota te pasamos algunos consejos de la revista de pediatría Contemporary Pediatrics.

El principal problema de los perros son las mordeduras. La revista de pediatría Contemporary Pediatrics, se especializó en el tema y publicó los siguientes consejos:

Conocé a tu perro

La mayoría de los perros sienten curiosidad por los recién nacidos, especialmente si no han visto uno antes. Probablemente, no vean al niño como un ser humano, sino simplemente como un misterio. En general, no presentan signos de agresión; sin embargo, debe preocuparse si el perro ya ha manifestado tendencias agresivas hacia niños o adultos, o si ha demostrado conductas depredadoras como cazar o matar animales. Si esto pasa mantené separado al perro del niño.

Enseñale algunas órdenes básicas

Para el momento que nace el bebé, el perro debe responder, sin excepción, a las órdenes de sentarse, permanecer acostado y quedarse en esa posición independientemente de lo que esté sucediendo.

Estas órdenes no deben estar asociadas con un castigo: recompensá la conducta que desea de su perro elogiando su actitud y premiándolo con un bocado.

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Representá el rol de padre

Una vez que ha aprendido a quedarse sentado, podés simular actividades que realizará con el bebé. Con el perro sentado o quieto, tomá un muñeco envuelto en una manta, acunalo y permitile al perro mirar el muñeco siempre en posición sentado/quieto. Premialo por quedarse quieto. Evitá los castigos, pero utilizá un firme “NO” cuando sea necesario.

Permití que olfatee objetos que han estado en contacto con el bebé, antes de que llegue a la casa. Mostrale una manta o prenda que haya utilizado el bebé. El perro se familiarizará con el olor y tendrá menos curiosidad cuando llegue el bebé.

Hacé una presentación del bebé controlada y tranquila

Dejá que el perro te salude a vos primero, sin el bebé. Luego, cuando el perro se haya calmado y el bebé esté tranquilo, ordenale al perro que se siente y mostrale el bebé. Según el tamaño del perro, puede ser necesario que lo tenga con una correa. Premialo con elogios y mimalo por su buen comportamiento. Si no te sentís cómodo permitiéndole al perro que olfatee al bebé de cerca, no es imprescindible; el perro puede olfatear al niño desde varios metros de distancia.

Supervisá al perro todo el tiempo

Una vez hechas las presentaciones, el siguiente paso es permitirle al perro que ande suelto por la casa. Pero nunca debe tener acceso al niño sin supervisión. Si bien la mayoría se adaptan de manera rápida a la presencia de un niño en la casa, es más seguro asumir que puede producirse alguna reacción adversa. Hay que supervisar todos los momentos del contacto entre el perro y el niño.