Los ejercicios didácticos y el diálogo son fundamentales para el desarrollo mental de los chicos. Cómo generar un vínculo saludable.
La nutrición y la estimulación son los grandes pilares que sostienen el desarrollo mental del bebé. En el caso de la estimulación conviven en armonía las respuestas maternas naturales a las necesidades del niño y los ejercicios didácticos organizados.
Durante los primeros meses de vida la manera en que los padres se relacionan con los bebés resulta crítica: los abrazos y las caricias son fundamentales, pero también es importante hablarles, cantarles y leerles, ya que en cada pequeña experiencia el bebé va desarrollando habilidades y capacidades que construyen su personalidad.
«Un bebé que durante los primeros seis meses de indefensión recibe todos los cuidados de su mamá crece sabiendo que va a tener lo que necesita y que puede confiar en los demás. Así, entonces, la estimulación entendida como un acto de amor construye las bases para las relaciones e interacciones del futuro», dijo Diego Montes de Oca, médico pediatra y director médico del sitio especializado TV Crecer, en el marco del paper «Desarrollo Mental de EnfaBebé 3».
Por su parte, Marisa Russomando, especialista en maternidad, crianza y familia, sostuvo: «Debido a que la estimulación está mediatizada por el vínculo, la construcción de uno saludable, que es aquel que genera seguridad, confianza y tranquilidad, resulta primordial para el desarrollo».
¿Cómo se genera un vínculo saludable?
«Cuando los padres están disponibles gran parte del tiempo que comparten con el bebé, cuando se dejan llevar por lo que él quiere, se construye entre ellos un vínculo de confianza clave para el despliegue de todo su potencial», dijo Russomando.
Pero no se trata de una presencia full-time, sino de la disponibilidad, que se mide en términos de la calidad del encuentro, del contacto y de la cercanía corporal.
Cuando las madres que trabajan resulta primordial priorizar la intensidad de los momentos que comparten con sus hijos. «La estimulación debe ser algo natural. Lo emocional es esencial y, si a eso le sumamos una buena nutrición, estamos actuando a favor de la promoción de todas sus aptitudes», añadió Montes de Oca.
Como parte de esta interacción diaria, los padres pueden incluir juegos y actividades que estimulen aquellos logros esperables para cada etapa del desarrollo de su bebé y que les resulten un nuevo desafío.
Las actividades esenciales para estimular a los chicos
Recién nacido
Colgar un móvil con formas simples y de colores vibrantes sobre la cuna del bebé para estimular su desarrollo cognitivo mientras aprende a enfocar. Mientras juegan, poner al bebé boca abajo para promover su desarrollo motriz, ya que al levantar su cabeza fortalece los músculos de su cuello.
Dos a tres meses
Fomentar su desarrollo cognitivo haciendo que el bebé sostenga un sonajero y esperar a que centre su mirada en ella para luego moverla de un lado al otro. Para estimular la comunicación, hablarle y señalarle objetos familiares para ayudarlo a entender las asociaciones
Cuatro a cinco meses
Para contribuir a su desarrollo social, colocar al bebé frente al espejo, ya que probablemente ahora tenga interés por las caras y por ver a otros niños. Ponerlo boca abajo para que aprenda a darse vuelta y así logre una nueva aptitud motriz
Seis meses
Para que aprenda a sentarse, un hito clave en su desarrollo motriz, ubicar al bebé en la esquina interior de un sillón. Actuar a favor de su comunicación respondiendo a sus exclamaciones como si estuvieran entablando una conversación
Siete a ocho meses
Motivar su desarrollo cognitivo jugando a esconderse detrás de una mantita. Se puede ayudar al desarrollo motriz del bebé con juguetes que tengan botones, palancas y manijas.
Nueve a 10 meses
Es importante ayudarlo en su comunicación hablándole constantemente y refiriéndose a uno mismo en tercera persona, como «mamá». En pos de su desarrollo social, enseñarle a mover la mano para decir «chau».
De 11 a 12 meses
Para ejercitar sus habilidades motrices, acomodar los muebles para que pueda moverse sosteniéndose de ellos.
Durante el año
Estimular el desarrollo cognitivo del niño a través de la lectura de libros. Él va a ser ser capaz de apuntar a la imagen de un perro cuando se le pregunte «¿en dónde está el perro?». Fomentar su desarrollo motriz jugando a correr, ya que ello promueve la coordinación
Además, para fortalecer sus logros de comunicación, jugá a tirar y recibir objetos. Reforzar el concepto usando frases como «Es tu turno», «es mi turno»
Durante los dos años
Proporcionarle juguetes que ayuden al desarrollo motriz. Por ejemplo, artículos como bloques grandes, lápices para colorear, muñecas o animales de peluche con ropa grande, broches, cierres o cordones. Responder a todas sus preguntas para aumentar sus habilidades de comunicación y su inteligencia
Durante los tres años
Vigilar el juego de tu hijo con sus compañeros de preescolar y, sin alterar la continuidad de la actividad, guiarlo hacia un mejor desarrollo social con intervenciones del tipo: «es el turno de tu amigo». Fomentar su desarrollo cognitivo con rompecabezas de hasta cinco piezas
«Estimular es generar distintas situaciones que le permitan al bebé ir por más en su desarrollo. Eso puede ser desde armar un rompecabezas hasta jugar en la arena, pasando por probar un nuevo sabor o cantar una canción mientras mamá lava los platos», finalizó Russomando.
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