Estimular actividades de corte artístico en el niño es vital para el normal desarrollo de sus capacidades creativas. Y acompañarlo con la presencia y colaborando activamente en el proceso, los anima especialmente.

Los chicos suelen reclamar la atención de los padres en muchas circunstancias. No basta que uno les de hojas y lápices, marcadores o pinturas, para dibujar y colorear. Y decir: “Listo, cumplimos, a otra cosa. ¿En qué estaba?” No.  En ocasiones, también es necesario sumarse a la actividad, involucrarse en lo que hace el niño y ayudarlo. Compartir con él es trascendente. Lo anima, lo estimula. Y se le nota en la cara y en la actitud, el entusiasmo por dibujar y colorear en compañía de la madre, el padre, o junto a ambos.

Este tipo de actividades recreativas, colabora con el normal desarrollo del proceso creativo del chico. El chico, en este caso, explora, experimenta con los lápices, con los marcadores o con las pinturas. Combina colores, descubre texturas, formas. Y lógicamente, se ensucia, se enchastra, para ser exactos. Sin darse cuenta, claro, porque, ese no es el fín. El objetivo es probar los colores y tocar y crear. Porque casi todo eso es nuevo para él. Por esta razón es importante otorgarles absoluta libertad para actuar. Que nada los mantenga contenidos o atados a reglas.

Ellos disfrutan en cantidad estos momentos y nos lo hacen saber, con gestos, con sonrisas, con la cara iluminada, simplemente. Y a la hora de la evaluación -porque llega el momento en que el chico dice: “Ya está, ¿te gusta?”- es imprescindible expresarse con entusiasmo y derrochando elogios, ante esas manchas de colores, figuras poco definidas o rayones sin mucho sentido. Nadie pretende que un chico de 4, 6 u 8 años haga una réplica de “La ronda nocturna”, de Rembrandt, o se despache con algo del impacto de  “Las Meninas”, de Velázquez. El chico juega, se divierte y va, paso a paso, desarrollando su capacidad creativa. Una capacidad que todos tienen, en mayor o menor medida, y que, sin lugar a dudas, muchas veces depende de los padres que ellos puedan ponerla en movimiento y echarla a andar.

Tocan tiempos difíciles para inculcarles estas actividades recreativas a los chicos, por lo tanto, si ellos las sugieren, no habría que dejar pasar la oportunidad de llevarlas adelante. Son tiempos muy tecnológicos, de video juegos, de consolas ultra modernas y todo ese tipo de entretenimientos que no estimula la capacidad creativa, tendrá implicancia en otras áreas de la formación, pero no ayuda a que la imaginación del chico vuele y alcance altura. Dibujar, pintar o colorear junto a él, genera un tipo de interacción única. Muy valorada por el niño y muy disfrutable para el adulto.

De la redacción de tvcrecer