Una enfermedad que disminuye la capacidad auditiva de los chicos, ocasionando diversas complicaciones, entre ellas, un retraso en el desarrollo normal del lenguaje.

La hipoacusia es la disminución de la sensibilidad auditiva, que puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral cuando ambos oídos lo están. El sonido es transmitido a través del oído, que está dividido en tres partes, mediante el oído externo y medio hacia el oído interno, que a su vez está constituido por dos partes. Un daño u obstrucción en cualquiera de esas partes, provoca la pérdida parcial o total de la capacidad para oír los sonidos.

En los niños, la pérdida auditiva suele ser temporal y en ocasiones surge tras catarros o debido a la acumulación de líquido detrás de la membrana timpánica (otitis). Se estima que el 90 % de los niños sufrirán en algún momento este cuadro, con o sin pérdida de audición. En este punto es preciso aclarar que los chicos tienen una anatomía diferente a la de los adultos, lo cual los vuelve más predispuestos a desarrollar una otitis juego de un catarro y son menos capaces de librarse de ella. No obstante, los especialistas aseguran que esta otitis (otitis media crónica no supurada) normalmente se resuelve espontáneamente y es relativamente rara una vez cumplidos los 10 años.

Causas y efectos

¿Por qué y cuándo surge la hipoacusia infantil? Por lo general surge en el período inmediato al nacimiento, originada por agentes prenatales o perinatales, o durante el  periodo comprendido entre los dos y los cuatro años de edad, debido a varios agentes infecciosos locales que causan otitis.

La hipoacusia de carácter prenatal, tanto de transmisión como de percepción, puede ser de origen genético o adquirido. Aproximadamente un 40 % de las hipoacusias prenatales son de origen genético, siendo el momento de aparición clínica de la hipoacusia el periodo comprendido entre el momento de nacer y la etapa de la adolescencia.

Existe un cierto número de factores de riesgo que pueden causar deficiencia auditiva, como la historia familiar de hipoacusia congénita o progresiva en la infancia, una infección durante el periodo gestacional, el nacimiento prematuro, las malformaciones craneofaciales, un peso inferior a 1.500 gramos, hiperbilirrubinemia, medicaciones ototóxicas, meningitis bacteriana, ventilación mecánica durante al menos cinco días, hábitos tóxicos maternos, y sufrimiento fetal durante el parto.

En este grupo se incluyen las hipoacusias de origen adquirido y de aparición posterior al periodo neonatal (primeros 28 días de vida). Los factores que pueden causar hipoacusia son los traumatismos craneales, tumores, meningitis, encefalitis, infecciones de oído, rubéola y parotiditis, entre otros.

Los niños con pérdida auditiva tendrán una respuesta menor (o ninguna) al sonido y esto puede provocar un retraso en el desarrollo normal del lenguaje.

De la redacción de tvcrecer