Cerca del 80% de las radiaciones que se reciben en toda la vida ocurren en los primeros 18 años de vida. La piel de los niños es más sensible y fina, por eso hay que extremar los cuidados en esta etapa.

El verano, los días de calor y las vacaciones invitan a pasar más tiempo al aire libre. Justamente el momento en el que más hay que protegerse del sol, en especial los niños que son los más vulnerables.

El doctor Diego Montes de Oca, especialista en pediatría, explicó que la piel de los niños es más sensible, fina y con menos cantidad de melanocitos. «Los melanocitos son células encargadas de producir el pigmento de la melanina, que nos protege de los rayos ultravioletas. Los niños poseen menos melanina porque se van acumulando a lo largo del desarrollo. Por lo tanto, son más susceptibles a quemarse, a presentar ampollas y quemaduras más graves que los adultos», detalló.

Al respecto, indicó que un niño, por más que tenga puesto protector solar, no está en condiciones de estar al sol en cualquier horario: «A las 12 del mediodía, ningún protector cubre suficiente la piel como para protegerla de semejante radiación». Por eso, el pediatra insiste tanto en la importancia de cuidar a los más chicos del sol.

En cuanto a los bebés, el especialista recomendó no exponer al sol de forma directa a los niños menores de un año. «Si el bebe es menor de 6 meses, no podemos colocarle protector solar. Después de los 6 meses, se le pone protección inclusive después de las 16. Y cuidado con la resolana, ya que deja pasar el 85% de las radiaciones solares», agregó.

El sol favorece la producción de la vitamina D, que es necesaria para la formación de los huesos y la calcificación de los huesos. La actividad física y la vida al aire libre también son importantes para el desarrollo de los niños. Pese a estos beneficios, Montes de Oca aclaró que siempre hay que exponerse en los horarios correctos: bien temprano y a la tardecita y con la protección adecuada.

Consejos de prevención

1. Consultar al dermatólogo una vez al año, para que especifique qué protector solar es adecuado para cada tipo de piel.
2.  El factor recomendable es 15, pero en los chicos con pieles sensibles es conveniente utilizar factor 30.
3.  Usar productos aptos para niños, no tóxicos y resistentes al agua.
4.  Asegurarse que tenga protección de amplio espectro (protege contra los dos tipos de radiaciones ultravioletas, el UVV y el UVA).
5.  Revisar la fecha de vencimiento de los factores solares.
6.  Aplicar el protector 20 minutos antes de la exposición solar, siempre sobre la piel seca.
7.  Renovarlo cada dos horas y después de sumergirse al agua, o luego de una transpiración intensa.
8.  Limitar el tiempo de exposición al sol. Hay que evitarlo al mediodía, entre las 12 y las 16.
9.  El sol no es apto cuando la sombra, al estar parados, es igual o más pequeña que la estatura.

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