Recurrir a la creatividad y a la imaginación, ayuda, entre otras cosas, a hacer más agradables ciertas obligaciones diarias. .

No solamente pintando, coloreando o dibujando, un niño puede expresarse creativamente y, de este modo, desarrollar el sentido para las diversas actividades artísticas. Todas las acciones -o la mayoría- requieren creatividad, pensar, ser ingeniosos para proceder de la manera correcta, para resolver un problema -por simple que este fuera-, para encontrar el lado divertido en un juego que, a simple vista no lo parece tanto.

Jugar con lo primero que uno encuentre, es ser creativo. Prescindir de los dispositivos electrónicos y juegos de consolas, tan en boga últimamente, y que tanta dependencia suscita, y hallar diversión en objetos simples, juegos básicos o cualquier otra actividad que involucre a uno o  a más chicos, es ser creativo.

Todo es más sencillo y más divertido, apelando a esta característica y también a la imaginación. Es cuestión de incentivar, de despertar al gigante dormido, para que este no duerma eternas siestas que lo atrofien. Incluso hasta las cosas poco gratas, cargadas de creatividad e imaginación, se vuelven interesantes, o al menos dejan de ser nada interesantes. Siendo creativos todo es posible.

Es más, a los padres también les viene bien una buena cuota de creatividad e imaginación, para tornar placenteros ciertos segmentos del día: la trágica hora del baño o el estresante momento de los deberes escolares, o el instante de sentarse a comer, cortando de cuajo la serie animada favorita de los chicos, pueden volverse, situaciones más amenas, de recreación y cierto relajamiento, y no los rutinarios episodios de enojos y pataleos que todos los padres de hoy han vivido en sus momentos de niñez.

“Inventado un jueguito simple, puede darle puré de brócoli a mi hijo de dos años, que si trato de dárselo de entrada y como por obligación, no hubiese logrado darle ni un bocado y el asunto hubiese terminado en un escandalete familiar, con enojos y llantos. En cambio, de este modo, apelando a la imaginación, todo terminó en paz, yo tranquila y ella con la pancita llena”, comentó una madre, consultada al respecto. Es solo un ejemplo. Básico, tal vez, pero que sirve como muestrario de las cosas que se pueden hacer con creatividad e imaginación, tanto los chicos, como los padres.

De la redacción de tvcrecer