Un estudio reciente demuestra que los chicos no se alimentan bien durante el horario escolar y eso se debe a que las viandas preparadas en casa no son las apropiadas. Sobran las grasas y escasean las frutas y las verduras.

Las viandas escolares se han transformado en un tema central. La mayoría de los chicos en edad escolar almuerzan en el colegio todos los días, por lo tanto es tan importante como llevar los deberes bien hechos, proveerles alimentos sanos y variados. Cosa que no ocurre en la actualidad, de acuerdo con recientes estudios, en los cuales queda expuesto un panorama diferente: en general, los chicos se alimentan mal, consumen con frecuencia golosinas, gaseosas, jugos tratados artificialmente, papas fritas y demás alimentos con alta dosis de grasas.

Ante semejante situación, y con el problema de la obesidad infantil latente, organismos públicos como la Dirección General de Desarrollo Saludable del Gobierno de Buenos Aires y distintas sociedades de profesionales, como la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas, recomiendan enfáticamente la planificación semanal de la comida de los pequeños en los colegios mediante viandas saludables.

Los estudios realizados confirman, en muchos casos, deficiencias en el consumo de calcio, hierro, zinc y vitaminas, debido a la inexistencia de variedad en la alimentación y porque no ingieren la cantidad mínima necesaria de frutas, verduras y lácteos. Al planificar las viandas, además de asegurarse una alternancia en las preparaciones y cubrir el espectro de comidas necesarias para lucir sanos y sin exceso de peso, es posible controlar las calorías, la cantidad de sal y la calidad de las grasas que ellos incorporan al organismo durante el horario escolar.

Y además de la variedad en las preparaciones, es fundamental que los chicos almuercen acompañando la comida con agua y no siempre con bebidas gaseosas o jugos que de naturales no tienen nada. Las posibilidades para las viandas son muchas y todas ellas muy tentadoras y prácticas. Las tartas son una buena opción: de berenjenas con tomate, de pollo, de jamón y queso, de espinaca, de coliflor bien picado y mezclado con queso y huevo, de choclo, de atún. Un tupper de arroz con pollo. Tortillas, de verdura (acelga, espinaca, zanahoria), de papa. Porciones de fideos. Ensaladas: caesar (pollo, lechuga, queso y cubitos de pan tostado), de tomate y cebolla, con la posibilidad de agregarle zanahoria, arvejas, lentejas, arroz o choclo. Empanadas. Pollo al horno con alguna guarnición de verduras. Milanesa cortada con cualquier tipo de verduras. Y por qué no reservar un día para sandwiches, preferentemente con pan integral, y, por ejemplo, de queso y verduras al horno. Para el postre: frutas, individuales (manzana, durazno, naranja, mandarina, ciruelas, cerezas, frutillas, pera) o en ensalada. Y agua, siempre agua.

De la redacción de tvcrecer