Respuestas a las dudas que genera esta enfermedad y consejos para proceder de la mejor manera.

Desgano, dolores musculares, fiebre, ojos chiquititos… Seguro que es gripe. Una enfermedad típica de estos días otoñales, que anteceden a los de frío más riguroso del invierno.

Está bien, el chico tiene gripe… ¿Pero qué es la gripe? Es una enfermedad de carácter infeccioso, producida por un virus denominado “influenza”. Por lo general, es benigna y su duración aproximada va entre los siete y los diez días, con un período previo de incubación de entre 48 y 72 horas.

¿Quiénes son los más propensos a contraer la enfermedad? Indudablemente, los más pequeños, el grupo conformado por los niños menores de dos años, constituye uno de los que tiene mayor riesgo de presentar complicaciones, ya que la respuesta del sistema inmune se encuentra disminuida ante las infecciones.

¿Cuáles son los principales síntomas? Los signos más comunes que expresan la presencia de la gripe son: fiebre, catarro, dolores musculares, bronquitis (tos, fiebre y agitación). Esta enfermedad también puede presentar dolor abdominal, diarrea, cefalea y dolor de garganta.

¿Cómo diferenciar entre un resfrío y la gripe? En la mayoría de los casos es complicado establecer una diferenciación, debido a que muchos cuadros virales son similares a la gripe y pueden generar los mismos síntomas. Estos virus no son de tipo influenza, pero de todos modos, suelen ser muy frecuentes en esta época del año.

¿Cómo se previene? Fundamentalmente, mediante la higiene, tanto del niño como de los objetos o muebles con los que puede estar en contacto. Es vital enseñarle la importancia de tener las manos limpias y que entienda que al toser o estornudar, debe cubrirse la boca con el brazo y antebrazo, no con la palma de la mano.

La otra forma de prevenir la enfermedad es la vacuna. A partir de 2011 se incorporó al calendario nacional de vacunación la vacuna trivalente, la cual es absolutamente gratuita para los chicos de 6 a 24 meses.

¿Es recomendable vacunar a un chico antes de los seis meses de edad? No, no se recomienda. Y la razón no es el peligro en sí mismo de vacunar a un bebé, sino porque a esas edad, la inmunidad de los niños no responde adecuadamente a la vacuna.

¿Es conveniente seguir vacunando a un niño luego de los 24 meses? Si, los médicos siempre aconsejan vacunar. Más aún si se trata de chicos que van al jardín de infantes, a alguna guardería, o conviven con personas que puedan contagiarlos.

De la redacción de tvcrecer