La cocina real es un ámbito propicio para que las chicas puedan desarrollar su sentido creativo, ayudando a Mamá.

Por lo general, las madres no disfrutan cocinando, y esta actividad hogareña se transforma en una pesada carga cuando no hay más remedio que realizarla. Sin embargo, las chicas de tres, cuatro o cinco años, lo pasan muy bien jugando a preparar diversos platos, ya sea para el almuerzo o la comida de sus muñecas. Y si pudieran saltar de la cocina de “mentirita” a la de verdad y ayudar a su madre en ese quehacer obligatorio y tedioso, seguramente pasarían un rato inolvidable que desearían repetir a la brevedad. Tanto la madre, como la hija.
La idea, por supuesto, no es que una chiquilina con edad de jardín de infantes se convierta en ayudante profesional de chef para elaborar un lenguado con salsa tártara, por ejemplo. Desde ya que no. Sin embargo, y sin riesgo de correr peligro alguno, las pequeñas podrían colaborar en múltiples tareas con trasfondo entretenido y creativo, como el armado de albóndigas con carne picada, pasar por el pan rallado alguna milanesa empapada en huevo, colocar el relleno de una empanada, estirar el bollo de una pizza o bien mezclar en un bowl los ingredientes de una torta.
Este tipo de tareas, que las chiquilinas tomarían con seriedad, cuidado y responsabilidad, les permitiría sentirse importantes, trascendentes. Y también realizadas, porque si bien esto es como un juego para las cocineritas, ellas tienen muy en claro que no se trata de la cocina de juguete de todos los días y la comida de plastilina, masa o de plástico. Aquí los ingredientes son reales, verdaderos, los alimentos, auténticos, y el producto final, la comida o el postre que seguro degustarán ellos mismos. Y con el pecho hinchado de orgullo podrán contarle al mundo entero, que colaboraron con su pequeño aporte para elaborar el plato final.
Ayudar a Mamá y emularla es casi un sueño para las pequeñas. Es jugar, crear y pensar. Un completo combo para despertar la imaginación y entretenerse. Y sentirse plenamente orgullosa, u orgullosas: la madre y la hija, perdón, la pequeña chef.

De la redacción de tvcrecer