En determinado momento, los chicos deben tomar conciencia del valor del dinero y de lo que cuesta conseguir las cosas. Enseñarles acerca de esto es importante y que ellos sepan que todo cuesta esfuerzo.

A determinada edad, este tema cobra importancia en la crianza de los chicos. Y es necesario tomar cartas en el asunto y enseñarles el valor de las cosas, lo que cuesta conseguir determinados objetos o la comida o el sacrificio que representa pagar el colegio y la cobertura médica. Sobre todo porque los chicos, en su más pura inocencia, creen que la plata se consigue fácil: “Vas al banco, metés la tarjeta en esas máquinas y te da la cantidad que le pidas.”

En determinado momento, los chicos pueden y deben aprender cómo contribuir para contener los gastos, que las publicidades de venta de objetos (juguetes, computadoras, bicicletas, pelotas de fútbol, relojes, etcétera) son muy tentadoras, muy lindas pero que nada es gratis. Y que no hace falta cambiar el auto casa diez minutos ni comprar ya los muñequitos de la película de moda. Es necesario hablarles a los chicos y que ellos entiendan y reflexionen sobre el asunto. Los especialistas en bucear en la mente de los menores, los psicólogos y los pedagogos, sostienen que los niños que saben gestionar ingresos y son conscientes de los gastos, están más preparados para el futuro.

Existen diversas maneras de enseñarle a un niño a manejar el dinero. Una buena posibilidad es mediante la amplia variedad de juegos de mesa en los cuales cada uno debe administrar plata y bienes. También, haciéndoles ver que hay prioridades, necesidades básicas y cosas absolutamente superfluas.

Una buena manera de hacerles notar lo que cuesta conseguir las cosas es mencionando el esfuerzo que hacen el padre y la madre, trabajando todo el día (en la gran mayoría de los casos fuera de casa y regresando tarde) para que cada uno pueda tener con qué alimentarse, con qué vestirse y poder ir a un colegio de buen nivel académico. Este punto es vital. Los niños deben entender que las cosas se logran con esfuerzo (no corre el ejemplo de algunos políticos). Y que pequeños “trabajos” les podría redituar pequeñas ganancias para ahorrar o costear algún gasto o gusto personal. Hacer la cama, ayudar a lavar los platos, son algunas tareas que podrían hacer a cambio de una recompensa, que ellos valorarán porque consiguieron a cambio de un esfuerzo, por mínimo que este sea.

De la redacción de tvcrecer