Tras una consulta en un hospital de Brasil, personal médico descubrió que una mujer de 84 años vivió durante 44 años con un feto en su interior. 

¿Una mujer embarazada desde hace más de cuatro décadas? Increíble pero real. Al menos así lo narra una noticia del pasado 8 de febrero, originada en la ciudad brasileña de San Pablo y distribuida a todo el mundo por la Agencia EFE. La información dice que una anciana brasileña de 84 años vive desde hace 44 años, con un feto en su interior, aunque, según explicó la señora, no tiene la menor intención de que este le sea retirado.

Explican los médicos que el descubrimiento se produjo hace unos días, en oportunidad en la cual la anciana acudiera a un hospital de la localidad de Palmas, capital del estado de Tocantins, al norte de Brasil, tras sufrir algunos dolores de estómago y fuertes náuseas, según comentó la ginecóloga Gesneria Saraiva Kratka, en una entrevista con el portal de noticias G1.

De acuerdo con el testimonio de la ginecóloga, la anciana relató que hace 44 años había quedado embarazada y que después de sentir fuertes dolores en el estómago, visitó a un curandero, ya que en la localidad de Natividade, donde vivía, no había médicos a los cuales recurrir. “El hombre -dice la doctora Gesneria Saraiva Kratka- le dio remedios y ella comunicó que se sentía mejor. Su panza dejó de crecer, el bebé dejó de moverse y ella pensó que había abortado.”

El insólito episodio continúa. “A pesar de que el feto murió -retoma la especialista-, hubo una adaptación en el organismo de la mujer que permitió que ella pasara 44 años con el feto dentro y sin sufrir complicaciones en su estado de salud. Cuando esta señora vino a vernos al hospital aplicamos ultrasonido y no fue posible ver el feto. Recién cuando le hicimos rayos X, lo detectamos. Con este examen es posible ver la cara, distinguir los huesos de los brazos, de las piernas, ver con claridad las costillas y también la columna vertebral.”

A pesar de todo la señora expresó su deseo de mantener el feto en su interior, ya que con el paso del tiempo, nunca le había ocurrido nada. No obstante, la ginecóloga insistió en la necesidad de realizar una cirugía para evitar futuras complicaciones. De acuerdo con los cálculos realizados por la doctora, el feto habría muerto entre la semana 20 y la 28 de gestación.

Increíble, pero real. Mejor dicho, sobrenatural, como sintetizó la ginecóloga Gesneria Saraiva Kratka, a la agencia de noticias.

De la redacción de tvcrecer