El síncope es una pérdida breve del conocimiento, que hace que el niño se caiga y se recupere al poco tiempo. Es causado por alteraciones en el equilibrio de la presión sanguínea. Luego de ocurrido, debemos tomar las precauciones para que no se repita.

¿Qué es el síncope?

El síncope es una pérdida de conciencia de corta duración y que se acompaña de caída. Luego de un breve lapso, el niño tendrá una recuperación completa. El síncope es frecuente cuando el niño está en ayunas, cuando permanece un tiempo largo en lugares cerrados o parado en actos escolares, o cuando el chico vive situaciones de estrés.

Al síncope también se lo llama desmayo o lipotimia. Es causado por alteraciones en los mecanismos que mantienen la presión sanguínea en equilibrio. Por ejemplo, una baja brusca de la presión podría provocar un síncope.

Síntomas frecuentes de un síncope

Generalmente el niño siente algunos signos de alarma: inquietud, dolor de cabeza, dolor abdominal, visión nublada. Desde afuera, podemos observar síntomas como la piel pálida y la baja temperatura de las manos y pies. Estos signos anteceden a la pérdida de conocimiento y posterior caída.

Esta situación es angustiante para quien lo vive y su entorno (ya sea escolar o familiar). El pediatra, luego de investigar lo sucedido y revisar al paciente decidirá si es necesario ver al Neurólogo o Cardiólogo Infantil para descartar otras enfermedades que podrían presentarse de manera similar, como ser alteraciones del corazón o convulsiones.

Tratamiento para un síncope

Por lo general, el tratamiento para un síncope es la prevención: una vez que el niño puede identificar aquéllas situaciones que desencadenan el síncope, debe evitarlas. Es decir: evitar el ayuno, los lugares cerrados, estar de pie tiempo prolongado; y aún así, si siente que está por presentar un desmayo, debería sentarse para evitar la caída o acostarse con las piernas elevadas. Algunas pocas veces, es necesario el tratamiento con medicamentos.

El Síncope es un desmayo de corta duración con recuperación total, deben evitarse situaciones que lo precipitan y estar atento para prevenir las caídas. Siempre consulte a su pediatra de confianza.

tvcrecer agradece al Dr. Carlos Fernando Rosental